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3 responses

1. Pah

    en 11 de septiembre de 2011  

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   Hola,

   les escribo desde España, disculpen si no podemos escribir en inglés.

   Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, mencionada más arriba por Vanesa Valiño, estamos viviendo muy de cerca los devastadores efectos de la crisis económica. En España, donde el principal gasto de las familias es la vivienda, cuando…

   Hola,

   les escribo desde España, disculpen si no podemos escribir en inglés.

   Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, mencionada más arriba por Vanesa Valiño, estamos viviendo muy de cerca los devastadores efectos de la crisis económica. En España, donde el principal gasto de las familias es la vivienda, cuando disminuyen los ingresos (y ahora estamos al rededor de 20% de paro), el primer problema a afrontar es que no se puede pagar la vivienda. Si además tenemos en cuenta que en las últimas décadas se ha impulsado el acceso a la vivienda a través de la propiedad privada y el sobreendeudamiento, tenemos que uno de los principales problemas de la población es no poder pagar la hipoteca y, en consecuencia, enfrentarse a un proceso de ejecución hipotecaria.

   Por si no fuera suficiente drama la pérdida de empleo y de vivienda, tenemos una anomalía jurídica que hace que, a diferencia de otros países, las personas no tengan una segunda oportunidad, ya que tras perder la propiedad de la vivienda, en la mayoría de los casos se mantiene una deuda imposible de saldar: es decir, cientos de miles de ciudadan@s se convierten en moros@s, en proscrit@s financier@s y serán embargad@s de por vida, pudiendo tener problemas incluso para alquilar una nueva vivienda precisamente por constar como deudores en registros públicos.

   Esta situación (que aqui he resumido mucho) afecta ya a más de 300.000 familias, y pueden ser muchas más puesto que 2012 se prevé que será peor. En nuestra experiencia, acumulada en los dos años y medio que llevamos apoyando a las familias afectadas, hemos constatado el impacto sobre las mujeres dentro del impacto general. Así, por ejemplo, hemos visto de forma reiterada como el problema de perder la vivienda y quedar con una condena financiera de por vida ha provocado en muchos casos sentimientos de fracaso, vergüenza y tensión que (seguramente fruto de la presión en el rol del hombre como «cabeza de familia» que debe ser un triunfador, según el modelo neoliberal patriarcal), ha llevado a muchos hombres, en el peor de los casos, a la violencia contra las mujeres, dándose muchos casos de violencia doméstica; en otros casos, a depresiones profundas, alcoholismo, abandono del hogar… Estas últimas situaciones han forzado a las mujeres a tener que enfrentar la problemática ellas solas, incluyendo las negociaciones con los bancos, las peticiones a la administración, la búsqueda de trabajo, el cuidado de los hijos y otros familiares dependientes, etc.

   La parte hermosa de esta historia trágica es que, de las cenizas de estas familias rotas, han salido mujeres valientes, fuertes, emotivas, que se han empoderado a través del movimiento de l@s afectad@s por la hipoteca, y no sólo se han dignificado a sí mismas, sino que han ayudado a otras a hacerlo, haciendo acciones de denuncia y presión que en algunos casos han logrado victorias que en un principio parecían imposibles. Por ejemplo el caso de Marisa citado más arriba: una mujer abandonada por el marido cuando surgieron las dificultades económicas, con dos hijos que sufren graves discapacidades, sin poder trabajar por problemas de salud y a quien el banco Santander pretendía desahuciar y seguir reclamándole de por vida más de 200.000 euros. Gracias a la lucha, protagonizada por ella misma, se logró que el banco tuviera que rectificar y dejarla permanecer en la vivienda en régimen de alquiler asequible. Se ha convertido en todo un ejemplo inspirador para muchas otras mujeres que están pasando momentos muy difíciles, en una realidad que aun no se está visibilizando lo suficiente.

   Saludos
   Ada – Plataforma de Afectados por la Hipoteca

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   Hola, les escribo desde España, disculpen si no podemos escribir en inglés. Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, mencionada más arriba por Vanesa Valiño, estamos viviendo muy de cerca los devastadores efectos de la crisis económica. En España, donde el principal gasto de las familias es la vivienda, cuando disminuyen los ingresos (y ahora estamos al rededor de 20% de paro), el primer problema a afrontar es que no se puede pagar la vivienda. Si además tenemos en cuenta que en las últimas décadas se ha impulsado el acceso a la vivienda a través de la propiedad privada y el sobreendeudamiento, tenemos que uno de los principales problemas de la población es no poder pagar la hipoteca y, en consecuencia, enfrentarse a un proceso de ejecución hipotecaria. Por si no fuera suficiente drama la pérdida de empleo y de vivienda, tenemos una anomalía jurídica que hace que, a diferencia de otros países, las personas no tengan una segunda oportunidad, ya que tras perder la propiedad de la vivienda, en la mayoría de los casos se mantiene una deuda imposible de saldar: es decir, cientos de miles de ciudadan@s se convierten en moros@s, en proscrit@s financier@s y serán embargad@s de por vida, pudiendo tener problemas incluso para alquilar una nueva vivienda precisamente por constar como deudores en registros públicos. Esta situación (que aqui he resumido mucho) afecta ya a más de 300.000 familias, y pueden ser muchas más puesto que 2012 se prevé que será peor. En nuestra experiencia, acumulada en los dos años y medio que llevamos apoyando a las familias afectadas, hemos constatado el impacto sobre las mujeres dentro del impacto general. Así, por ejemplo, hemos visto de forma reiterada como el problema de perder la vivienda y quedar con una condena financiera de por vida ha provocado en muchos casos sentimientos de fracaso, vergüenza y tensión que (seguramente fruto de la presión en el rol del hombre como "cabeza de familia" que debe ser un triunfador, según el modelo neoliberal patriarcal), ha llevado a muchos hombres, en el peor de los casos, a la violencia contra las mujeres, dándose muchos casos de violencia doméstica; en otros casos, a depresiones profundas, alcoholismo, abandono del hogar... Estas últimas situaciones han forzado a las mujeres a tener que enfrentar la problemática ellas solas, incluyendo las negociaciones con los bancos, las peticiones a la administración, la búsqueda de trabajo, el cuidado de los hijos y otros familiares dependientes, etc. La parte hermosa de esta historia trágica es que, de las cenizas de estas familias rotas, han salido mujeres valientes, fuertes, emotivas, que se han empoderado a través del movimiento de l@s afectad@s por la hipoteca, y no sólo se han dignificado a sí mismas, sino que han ayudado a otras a hacerlo, haciendo acciones de denuncia y presión que en algunos casos han logrado victorias que en un principio parecían imposibles. Por ejemplo el caso de Marisa citado más arriba: una mujer abandonada por el marido cuando surgieron las dificultades económicas, con dos hijos que sufren graves discapacidades, sin poder trabajar por problemas de salud y a quien el banco Santander pretendía desahuciar y seguir reclamándole de por vida más de 200.000 euros. Gracias a la lucha, protagonizada por ella misma, se logró que el banco tuviera que rectificar y dejarla permanecer en la vivienda en régimen de alquiler asequible. Se ha convertido en todo un ejemplo inspirador para muchas otras mujeres que están pasando momentos muy difíciles, en una realidad que aun no se está visibilizando lo suficiente. Saludos Ada - Plataforma de Afectados por la Hipoteca