La Relatoría Especial de la ONU para el Derecho a la Vivienda Adecuada recién ha creado una plataforma web para debater, entre otros temas, el derecho de las mujeres a la tierra y a la vivienda. Con el apoyo de un coordinador global y puntos focales contratados para actuar en los siete continentes (Norteamérica, Latinoamérica, Europa Occidental, Europa Oriental, Ásia, África y el Medio Oriente y África del Norte), el debate virtual tiene la intención de identificar y ofrecer visibilidad a las diferentes cuestiones que las mujeres hacen frente hoy en día en todo el mundo respecto a la vivienda y la tierra, para darnos una imagen actual del estado en que estos derechos se encuentran globalmente.
La discusión ha sido dinámica y ha ayudado a identificar algunas de las cuestiones más urgentes para los derechos de las mujeres hoy. Desde los derechos de mujeres a la vivienda en el contexto de la violencia de género y el HIV/Sida, hasta la falta de acceso a la justicia y la falta de concienciación respecto a los derechos, desde los debates han emergido variadas cuestiones críticas. Algunos temas centrales han sido claros. Uno de ellos es como, incluso en sitios donde leyes buenas pueden existir, las normas estandarizadas y socia discriminatorias siguen sacando provecho de los derechos de las mujeres a la vivienda y a la tierra. Una participante de Gana ha observado que » …leyes estandarizadas tienen mucho más influencia que leyes estatutarias cuando el tema es el derecho de la mujer a una vivienda y a la tierra. Algunas de estas leyes efectivamente impiden a las mujeres de su derecho a la propiedad, más bien do derecho a la tierra y a la vivienda…«.
Una participante de Macedonia que » la sociedad sigue [teniendo] mucha influencia en los valores tradicionales y patriarcales, entonces para las mujeres es es muy difícil que las mujeres se conviertan en dueñas de propiedad. En algunas regiones, la tradición de transferencia de tierra solo se la hacen al hijo varón presente.» En el área urbana y en la rural, la falta de acceso para promover una vivienda adecuada es un problema serio para mujeres de todo el mundo. Las mujeres que viven en chabolas urbanas son especialmente vulnerables a expulsiones forzadas, así como sufren las mujeres que viven en áreas ocupadas o afectadas por un conflicto. Una participante palestina (OPT), que trabaja con mujeres que han perdido sus casas, dijo que, «después de la demolición, la función de mantener la familia unida cae sobre las mujeres. Ellas tiene que garantizar la preparación de la comida cuando pierde la cocina entera. Ellas son responsables por el cuidado tanto físico como emocional de los niños.
El impacto de la crisis financiera global también ha emergido como un tema central. Las participantes de EEUU y de España, por ejemplo, han compartido su preocupación por el resultado de la crisis y la falta de viviendas a un coste aceptable, y además por su impacto desproporcionado en las mujeres pobres y sus familias. Los que más han sufrido han sido aquellas mujeres mantenidas a la margen. Eso incluye las mujeres pobres, las mujeres de minorías, las mujeres indígenas, las mujeres con discapacidad y las mujeres que cuidan solas del hogar.
Todo eso demuestra que abordar los derechos de vivienda de las mujeres es una tarea aún tan crítica como antes, y que el progreso que se ha percibido ha sido demasiado despacio. Hay una necesidad urgente de que los gobiernos avancen en las políticas de vivienda que traspasen el límite del «neutro respecto al género», y adopten leyes pro-activas y medidas políticas para reconocer los derechos de las mujeres a la vivienda y a la tierra, para que estos derechos sean disfrutados de verdad.
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