Para el Día Mundial del Hábitat, lunes 3 de octubre de 2011
Quién sufre más los efectos del cambio climático? Los pobres, como de
costumbre expertos de la ONU en Vivienda y en Desplazamiento Interno
GINEBRA (3 de octubre de 2011) No hay mucho que celebrar en el Día
Mundial del Hábitat, cuando cerca de un tercio de la población mundial
continua viviendo en chabolas y asentamientos irregulares, normalmente
situados en zonas expuestas a graves problemas y riesgos ambientales,
señalaron los Relatores Especiales sobre Vivienda, Raquel Rolnik, y sobre
Personas Internamente Desplazadas, Chaloka Beyani.
Existe una combinación peligrosa entre la rápida urbanización, no planificada
y sobre todo llevada a cabo en áreas precarias, y una mayor frecuencia
e intensidad de los desastres que ocasiona el cambio climático. Es probable
que esto afecte seriamente a muchas poblaciones, advirtieron los expertos
de la ONU. Los Estados y la comunidad internacional no pueden ignorar
la vulnerabilidad específica de estos asentamientos irregulares y los riesgos
crecientes a los que sus ocupantes se enfrentan, debido a los desastres
inducidos por el cambio climático.
Numerosas poblaciones urbanas se asientan en lugares no aptos para vivir,
como laderas de montañas, zonas susceptibles de inundación, marejadas o
expuestas a otros riesgos ambientales relacionados con el clima, indicaron
en el Día Mundial del Hábitat, que este año tiene por lema Las Ciudades
y el Cambio Climático. Estos emplazamientos se dejan a los más pobres,
que no tienen acceso a otros lugares más seguros.
Los desastres amplían y agravan las desigualdades, subrayaron los Relatores
Especiales. Las personas que viven en asentamientos irregulares se ven
particularmente afectadas por los desastres inducidos por el cambio climático.
Después de un desastre se encuentran todavía más expuestos al desalojo
y a la apropiación de tierras, ya que carecen de protección legal y no
se reconocen sus derechos de propiedad.
Los desastres también evidencian las condiciones inadecuadas de las viviendas
y la precariedad de los asentamientos irregulares. Desde la perspectiva
de los derechos humanos, esto es crucial para mejorar los asentamientos
y sus deficientes condiciones de vida, como parte de la prevención y respuesta
a los desastres, comentaron los expertos de la ONU.
Otra tendencia preocupante es el deterioro de los medios de vida, en parte
provocado por el cambio climático, y que se presenta como un factor de
empuje clave para el incremento de la migración rural-urbana. En situaciones
de desplazamiento interno, la asistencia rápida y la protección son también
necesarias para prevenir que las personas desplazadas internamente, simplemente
desaparezcan en las chabolas urbanas y en los asentamientos irregulares,
señalaron.
En la celebración del Día Mundial del Hábitat de este año, hacemos un
llamamiento a los Estados y organismos internacionales para que reconozcan
tanto los asentamientos irregulares como los derechos humanos de sus habitantes,
y hagan frente a sus necesidades y vulnerabilidades como parte integral
e indispensable de la reducción del riesgo de desastres y de los esfuerzos
de recuperación.
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