Desalojaron el club Albariño trás 14 órdenes de captura

Los líderes de la toma fueron acusados por el juez Daniel Rafecas de usurpación y asociación ilícita

Miércoles 29 de diciembre de 2010

Gabriel Di Nicola
LA NACION

Después de 15 días de ocupación y de violentas peleas entre vecinos y usurpadores, ayer a la tarde fue liberado el club Albariño, en Villa Lugano. El predio logró ser recuperado horas después de que el juez federal Daniel Rafecas ordenara la detención de 14 sospechosos de haber sido los organizadores de la toma del club.

Desde las 18, las instalaciones del Albariño, lindante con la villa 15, más conocida como Ciudad Oculta, son vigiladas por personal de la Policía Federal.

La noticia fue celebrada ayer a la tarde por los vecinos de Villa Lugano y por los de Ciudad Oculta, que se oponían a la toma del club social por parte de los intrusos.

«Estamos felices. La situación se había puesto difícil para alcanzar una solución», dijo a La Nacion Carlos Otero, un vecino de Villa Lugano que se acercó al cruce de la avenida Argentina y Santander para verificar si era cierto que los usurpadores se habían retirado del lugar. Anoche, la agencia oficial de noticias Télam informó que habían sido apresados siete sospechosos, pero altas fuentes judiciales afirmaron a LA NACION que el Departamento Delitos Federales de la Policía Federal sólo detuvieron a cinco de las 14 personas que el juez Rafecas había ordenado apresar.

Allegados al magistrado Rafecas dijeron que hasta ayer estaba descartado que el grupo que lideró la toma tuviera una motivación o vinculación política, como habían denunciado funcionarios del gobierno nacional.

El magistrado imputó a los 14 sospechosos los delitos de usurpación y asociación ilícita. Dos de los detenidos fueron identificados por fuentes judiciales como Carlos Fernández, de 45 años, y Luis Alberto Fredez Domínguez, de 26, sindicados como principales organizadores de la toma del club Albariño y de otras ocupaciones en predios vecinos.

La semana pasada, la presidenta Cristina Fernández se había quejado de que los jueces no ordenaban detenciones. «No puede ser que la televisión exhiba caras de personas que agreden y tiran piedras a la policía, a la Gendarmería Nacional y a la Prefectura Naval y no tengamos detenidos ni órdenes de captura sobre ninguno de ellos», había dicho la jefa del Estado.

Anteayer, la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, había explicado que se mantenían conversaciones permanentes con los ocupantes «para llevarles la convicción» de que la decisión de desalojar era «irreversible». Pocas horas después, Rafecas firmaba las órdenes de detención de los 14 sospechosos.

Mandos intermedios

«La investigación hecha por las autoridades policiales y judiciales apunta de este modo a descabezar no sólo la conducción criminal de la usurpación, sino también a los mandos intermedios, que son los que están presentes en el predio y ejercen violencia y coacción para mantener la toma del predio nacional cedido al club Albariño», sostuvieron a La Nacion voceros judiciales.

Una importante fuente judicial explicó que si «este cartel criminal lograba apoderarse del terreno podría haber obtenido por el loteo del club Albariño una cifra de entre 300.000 y 500.000 pesos».

La hipótesis del juez Rafecas y sus colaboradores es que los usurpadores del club Albariño forman parte de un grupo organizado, integrado por personas con antecedentes penales, dedicado a usurpar para después vender terrenos cercanos a Ciudad Oculta.

Los vecinos de la villa 15 contaron a La Nacion que los líderes de la ocupación del club Albariño son personas que circulan en camionetas 4×4 y que tienen dos o tres casas en Ciudad Oculta.

No están equivocados. El viernes pasado, detectives del Departamento Delitos Federales de la Policía Federal detuvieron a Reinaldo Silvero González, otro presunto líder de la toma. Cuando fue apresado, circulaba en una camioneta último modelo de un importante valor económico.

Días antes había sido capturado Guillermo Ferreira, que en opinión de los investigadores es el autor intelectual de la toma del club.
Antes de las órdenes de captura firmadas anteanoche por el juez Rafecas había un sospechoso con pedido de detención: Regino Abel Acevedo, vecino de la villa 3, conocida como Villa Fátima, en Villa Soldati.

«Era una pesadilla. Estamos felices de que haya terminado la ocupación. La gente que ocupaba el terreno andaba armada. Nosotros queríamos apoyar a los vecinos de Villa Lugano pero, por temor a represalias, no pudimos manifestarnos», afirmó un vecino de la villa 15.

Pero el problema de las ocupaciones en Villa Lugano no termina con la liberación del club Albariño. El empresario Rubén López denunció que el predio de dos hectáreas que compró hace dos meses, situado a menos de 200 metros del terreno desocupado ayer, está tomado. «Algunos de los ocupantes desalojados del club Albariño intrusaron mi terreno», afirmó López a La Nacion.

Anoche, mientras el club Albariño era custodiado por la Policía Federal, desde el Ministerio de Desarrollo Social porteño negaban que se les hubieran entregado subsidios a los usurpadores.

Fuente: La Nacion

 

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