(Español) Cuando no hay con quién negociar el préstamo

(Español) 30 de enero del 2014

La plataforma antidesahucios pide al Banco de España que intervenga ante la existencia de entidades sin sede física o radicadas en el extranjero, con los que las familias no pueden contactar

Varias decenas de miembros y simpatizantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca volvieron a protestar este jueves ante las puertas de la sede del Banco de España en Murcia para denunciar, en esta ocasión, los problemas generados por los préstamos hipotecarios contraídos con los que ellos llaman ‘bancos fantasma’.

«Muchas familias firmaron hipotecas, engañadas respecto a las condiciones, con entidades que técnicamente tienen un domicilio fiscal, pero cuando acudes a su sede, ésta no existe. Tampoco te contesta nadie al teléfono, y si lo hacen, te van dando largas», denunció el sacerdote y portavoz de la plataforma Joaquín Sánchez, que alerta de que este problema también existe con aquellos «créditos, de alto riesgo, que han sido transferidos a estas entidades financieras o, incluso, a fondos buitres radicados en Bruselas o en Holanda, con lo cual las familias no tienen ningún sitio donde reclamar».

«Protestamos ante el Banco de España porque es el organismo que debe regular esta situación. Estas son sus competencias, algo que en un momento determinado no hicieron y por lo que, ahora mismo, se lava las manos», concluyó Sánchez.

María Fernández, una afectada por uno de estos casos, relataba en lugar de la concentración que se encontró con cuotas excesivamente elevadas tras reunificar varios préstamos en uno, entre ellos, la hipoteca de la vivienda de su hija, madre soltera y vendedora de cupones.

En el transcurso de la protesta, los manifestantes colocaron pancartas a las puertas del edificio con lemas como ‘Ni gente sin casas, ni casas sin gente’ y ‘queremos un negociador’. También corearon el recurrente ‘no hay pan para tanto chorizo’ mientras mostraban y cortaban varias piezas de este embutido así como algunas barras de pan.

 

Fuente: La Verdad

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