06 de febrero del 2014
El 45 por ciento de los encuestados cree estar en peligro de ser desahuciado y el 44,2 por ciento carece de aire acondicionado
Un estudio elaborado por la Fundación Sevilla Acoge acerca de la situación de la población inmigrante de la ciudad hispalense en materia de vivienda y desahucios refleja que el 61,4 por ciento de los encuestados carece de empleo o prestaciones, toda vez que más del 80 por ciento de los entrevistados habita en una vivienda compartida y, en este cupo de casos, un 46 por ciento de las viviendas en cuestión está ocupada por «más de seis personas». El informe habla así de «hacinamiento» y expone que el 45 por ciento de los encuestados se considera en riesgo de desahucio.
El informe, elaborado por Gabriele Cabitza y Pablo Barranco Acosta, ha sido presentado este jueves por ambos investigadores junto al secretario general de Sevilla Acoge, Esteban Tabares. Se trata de un muestreo realizado a partir de junio de 2013 entre 104 personas inmigrantes (73 mujeres y 31 hombres), en cuyas viviendas residen otras 257 personas, con lo que el espectro poblacional abarcado se eleva a 361 personas. En cuanto a la procedencia de estas personas, Marruecos con un 19 por ciento y Senegal con un 17 por ciento, son los países con mayor representación.
El 37 por ciento de los inmigrantes entrevistados viven en el distrito Macarena, mientras que los distritos Norte y Cerro-Amate le siguen con el 13 por ciento cada uno.
El objetivo del estudio no es otro que conocer cómo las personas inmigrantes de Sevilla capital sufren el «drama» de la vivienda, dado que el mismo informe, recogido por Europa Press, refleja que en «en los últimos seis años, se han registrado 7.934 desahucios en Sevilla», si bien no mediarían datos oficiales en cuanto al impacto de este trágico fenómeno sobre la población inmigrante.
EL 61 POR CIENTO CARECE DE SUELDO O PRESTACIONES
Pero el informe, igualmente, arroja aspectos muy significativo en cuanto a la situación socioeconómica de la población inmigrante de Sevilla capital. El estudio en cuestión, entre otras cosas, refleja que el 61,4 por ciento de los encuestados está en situación de desempleo y tampoco cobra prestaciones, si bien Gabriele Cabitza y Pablo Barranco Acosta admiten que muchas de estas personas podrían recurrir a la «economía sumergida», la ayuda familiar o el respaldo institucional para sobrevivir. Sólo el 18,8 por ciento trabaja por cuenta ajena y el cinco por ciento lo hace por cuenta propia.
«De los 104 entrevistados, sólo tenemos constancia de 42 personas que tienen algún tipo de ingresos», han manifestado desgranando que, entre estas 42 personas, «el 38,1 por ciento obtiene entre 300 y 600 euros al mes, el 23,8 por ciento entre 600 y 1.000, el 23,8 por ciento tienen menos de 300 y sólo el 14,3 por gana más de 1.000 euros» mensuales.
En cuanto al régimen de vivienda, el 75 por ciento de los encuestados reside en alquiler y el 20 por ciento lo hace en una vivienda hipotecada. Del total de encuestados, más del 80 por ciento habita una vivienda compartida, toda vez que en este gran cupo de personas, el informe refleja que en el 46 por ciento de los casos la vivienda en cuestión alberga a «más de seis personas». Según las cifras de este informe, en un 23 por ciento de los casos la vivienda está ocupada por más de tres personas, en casi un 22 por ciento de los casos residen más de cuatro personas, pero «existen muchos casos en los que hay cinco, seis e incluso ocho personas viviendo juntas».
«HACINAMIENTO»
«Dependiendo del tamaño y número de dormitorios, podríamos hablar de hacinamiento», señala el informe, según el cual el 14 por ciento de los encuestados sufre una situación «media» de hacinamiento y el uno por ciento vive en una situación de «hacinamiento grave». «El 36,7 por ciento viven en una casa con menos de 15 metros cuadrados» por persona, explica igualmente el informe, que señala también que el 44,2 por ciento de los encuestados «no tiene aire acondicionado en su casa» pese a tratarse de un equipamiento prácticamente «obligatorio» en la ciudad hispalense a cuenta del calor extremo de los meses de verano.
De cualquier manera, el estudio concluye que el 45 por ciento de los encuestados considera que está en riesgo de desahucio, toda vez que el 17 por ciento de los inmigrantes sondeados ha sido ya víctima de un desalojo o lo estaba siendo en el momento de la entrevista.
Fuente: El Economista
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