27 de diciembre del 2013
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, en sus siglas en inglés) afirmó este viernes que la cifra de personas desplazadas en Sudán del Sur, de las cuales la mitad han recibido algún tipo de ayuda de emergencia.
El pasado 15 de diciembre, militares disidentes atacaron el Ministerio de Defensa y la sede del partido gobernante. El presidente del país, Salva Kir, acusó al exvicepresidente y jefe rebelde Riek Machar, de estar detrás de la asonada y desde entonces se han producido choques entre los leales a uno y otro líder.
Alrededor de 63.000 de estas personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares se encuentran concentradas en tres bases de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (Unmis, en sus siglas en inglés).
La OCHA consideró urgente proporcionar alimentos a las familias más vulnerables, así como agua, atención médica, vivienda y servicios para garantizar la salubridad de los campamentos. Además, son necesarios recursos aéreos adicionales y apoyo logístico para facilitar la ayuda.
En este sentido, subrayó que las agencias de ayuda humanitaria van a necesitar unos 166 millones de dólares (unos 120 millones de euros) para atender las necesidades básicas de la población hasta el próximo mes de marzo.
La OCHA señaló que 7 de los 10 Estados de Sudán del Sur, país independiente desde 2011, están afectados por la actual ola de violencia.
Fuente: El Economista
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