16 de septiembre del 2013
Por Raquel Rolnik
Acabo de finalizar una misión oficial de dos semanas al Reino Unido para estudiar la situación de la vivienda en el país – un tema que es de gran preocupación para la mayoría de los residentes del Reino Unido. La visita ha generado cuestionamientos, por parte de algunos miembros del parlamento ingles y especialmente de uno de los tabloides ingleses.
Quisiera destacar con satisfacción el enfoque amable y profesional, así como la buena cooperación, que he recibido de todos los funcionarios del gobierno, tanto local como central, durante mi visita para discutir diversos temas de la vivienda en Londres, Edimburgo, Glasgow, Belfast y Manchester.
En el primer párrafo de mi declaración a la prensa, señalé que el Reino Unido ha tenido historicamente “uno de los sistemas de vivienda asequible más apreciados del mundo”, y expresé mi preocupación respecto a que tal sistema estaba siendo debilitado.
Yo soy una de los 72 expertos independientes, o grupos de expertos, con mandatos específicos basados en los derechos humanos internacionales, nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El derecho a una vivienda adecuada – mi mandato – se consagra en el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Mi trabajo es examinar la situación de la vivienda en todo el mundo y defender el derecho a ella para todas las personas, incluida la población del Reino Unido. Los Relatores Especiales como yo trabajan de forma voluntaria: no recibimos en absoluto ningún salario de las Naciones Unidas. Sólo nuestros gastos están cubiertos durante las misiones oficiales.
El Reino Unido es un país que mantiene una invitación abierta permanente a los relatores de la ONU para visitar el país y examinar la situación de los derechos humanos, en diálogo sobre con el gobierno y otras partes interesadas. Aun así, a cualquier visita por un relator, debe preceder una invitación específica a una fecha determinada hecha por el gobierno en conversaciones con el relator. Tengo hablado de la visita con el gobierno del Reino Unido desde noviembre de 2012 y recibí una carta formal de aceptación por parte de las autoridades británicas a visitar el país en septiembre el 31 de enero de 2013.
He seguido las reglas y procedimientos normales de cualquier Relator Especial que visita cualquier país para investigar cualquier tema: nosotros dependemos de las invitaciones de los gobiernos y de la preparación de una agenda, hecha por el propio gobierno, que se encarga de identificar los funcionarios y dirigentes políticos con quienes nos reuniremos durante la misión, a partir de una lista de temas relevantes para la misión, presentada por el Relator.
Otro elemento importante en las visitas, además del contacto con el gobierno, es hablar con la sociedad civil y con expertos – estos incluyen miembros de asociaciones ligadas al tema de vivienda y derechos humanos, académicos y abogados implicados en temas de la vivienda – y, especialmente, con individuos que creen que sus derechos han sido violados o ignorados, por medio de visitas de trabajo y audiencias públicas.
Bajo las reglas establecidas para las visitas, estas reuniones son confidenciales. En algunos países, esto es vital para evitar poner en riesgo a las personas que hablan con un Relator Especial.
Nosotros somos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en base a nuestras especialidades. Mi nacionalidad no tiene relevancia a la hora de trabajar como Relatora Especial. Como en cualquier otro país que he visitado, también en el Reino Unido, mi atención se centró en la manera de abordar los temas de la vivienda de forma que se respeten los derechos humanos de la gente que vive en ese país.
He recibido, y continuo recibiendo, cientos de testimonios escritos y orales, que junto con los informes de reputados centros de investigación del Reino Unido y la información que obtengo y continuaré obteniendo por parte de los funcionarios públicos del gobierno, serán elementos cruciales para el informe completo que presentaré ante el Consejo de Derechos Humanos, en marzo de 2014.
La visita fue extremadamente informativa y creo que contribuyó a poner de relieve progresos y desafíos importantes. Espero poder seguir participando en un diálogo sólido y respetuoso con todos los interesados.
christopher baines dice: 