21 de noviembre del 2012
Centenares de indígenas cortaron un puente del departamento de Canindeyú, Paraguay, para protestar contra el desalojo de un comunidad que vivía hace 22 años en un campo de la zona. Los manifestantes también cerraron el tránsito en otras vías cercanas.
La protesta comenzó luego de que la policía cumpliera la orden de desalojo emitida por el fiscal del área, José Zarza, en atención una demanda de un latifundista de origen brasileño, quien reclama como propio el territorio que habitaba la etnia Ava Guaraní hace 22 años.
Los integrantes de la etnia intentaron resistirse al desalojo, pero, según la prensa local, la policía los disuadió al realizar disparos al aire. Posteriormente, los funcionarios policiales quemaron las casas de la comunidad y destruyó la escuela construida por los propios indígenas.
Los nativos criticaron fuertemente al gobierno y especialmente al Instituto del Indígena, cuyos funcionarios no hicieron acto de presencia para intermediar en el conflicto y evitar que se cumpliera la orden sin dar alguna solución a los afectados, entre ellos muchas mujeres e infantes.
El hecho se da en Canindeyú, uno de los cuatro departamentos que concentran el 81 por ciento de la producción de soja de Paraguay.
Según el estudio Radiografía del Agronegocio Sojero de la ONG uruguaya Redes, “la peculiaridad de la expansión de la soja en Paraguay es su estrecha asociación con productores brasileños, quienes se van al país debido a los bajos precios de los campos”.
Por otro lado, el estudio Señores de la Soja realizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales afirma que el desalojo de comunidades campesinas en Paraguay forma parte de un proceso de expansión de la producción sojera, que en el país pasó de un millón de hectáreas en 1991 a 2,6 millones en 2010.
Además, otros informes afirman que el 4 por ciento de los productores de la oleaginosa concentran el 60 por ciento del cultivo. Esto dentro de un panorama en el que el 1 por ciento de los propietarios reúne el 77 por ciento del área productiva y la pobreza rural llega al 53 por ciento, según la dirección de Estadísticas y Censos del país.
Fuente: TeleSUR
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