La ONU dice que comprar un piso es una ruina

18 de octubre del 2012

La ONU dice que se está vulnerando un derecho desde el momento en que la vivienda se convirtió en un negocio especulativo y fue uno de los motores de crecimiento de los países.

Cree que apostar por el alquiler (como hacen en Suiza y Alemania) y por inmobiliarias públicas transparentes puede ser una de las soluciones.

Como recuerda la Plataforma de afectados por la Hipoteca (PAH), el pasado mes de marzo, la Relatora Raquel Rolnik visitó Barcelona y tuvo ocasión de encontrarse con decenas de familias afectadas por la hipoteca.

La ONU tiene claro y así lo manifiesta en el informe anual sobre el derecho de la Vivienda que lo que se ha cometido con muchos ciudadanos del mundo (y gran parte de los desarrollados) ha sido un atropello, un ansia de convertir el derecho a la vivienda en el motor de desarrollo de países y en una posibilidad de sacar plusvalías desmesuradas.

A través de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Teinteresa ha tenido acceso a dicho informe. En éste, la ONU destaca que los países han ido abandonando progresivamente las ayudas a las familias para obtener créditos. Y por qué ocurrió esto cuando antes de la II Guerra Mundial se garantizaban esas ayudas vía Estado. El sector financiero y el mercado privado se convirtieron en los principales mecanismos para ofrecer soluciones en materia de vivienda. la mayoría de los países optaron por promover los mercados inmobiliarios y la propiedad individual, privatizar los programas de vivienda sociales y desregular los mercados de financiación de la vivienda.

En Europa y América del Norte, la privatización de las viviendas públicas ha adoptado diversas formas, como la venta de las viviendas de alquiler a sus inquilinos mediante políticas de derecho de compra (por ejemplo, en el Reino Unido), la transferencia de la propiedad a agentes sin ánimo de lucro (por ejemplo, en los Países Bajos) y, en ciertos casos, a agentes maximizadores de los beneficios (por ejemplo, en Alemania7 y en los Estados Unidos de América. Unas dieron resultado y otras beneficios.

Durante la década de 1990, la mayor parte de las antiguas economías planificadas emprendieron también proyectos de privatización de viviendas públicas en gran escala mediante programas de “derecho de compra”, que, en algunos casos, provocaron la casi total desaparición de las viviendas públicas.

Este proceso ha relegado a un segundo plano otros tipos de tenencia alternativos o bien establecidos, como las viviendas de alquiler (públicas y privadas) y diferentes formas de propiedad cooperativa y colectiva.

Alemania y Suiza son de los pocos países que no han descuidado el alquiler

En consecuencia, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial ha crecido constantemente el porcentaje de viviendas en propiedad, que, a mediados de la década de 2000,  superaba el 50% en los Estados , miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), excepto Alemania y Suiza.

La mayoría de las políticas y estrategias de financiación utilizadas actualmente van dirigidas a las personas y no a las instituciones que alquilan viviendas, tienen por objetivo promover la propiedad y se basan en la premisa de que el mercado inmobiliario, si se estructura y regula adecuadamente y está respaldado por el necesario marco jurídico e institucional, puede asegurar el acceso de todas las personas a una vivienda en propiedad adecuada y asequible.

La vivienda ha dejado de considerarse un bien social para convertirse en un producto comercial

Junto con este proceso se ha producido una transformación del concepto de vivienda adecuada, que ha dejado de considerarse un bien social para convertirse en un producto comercial y una estrategia de las familias para acumular riqueza y asegurar su bienestar. La vivienda ha pasado a ser un activo financiero (“bienes inmuebles”), y cada vez se regulan más los mercados inmobiliarios para promover los aspectos financieros de la vivienda en vez de sus aspectossociales. El sector inmobiliario se considera como una fuerza que puede impulsar el crecimiento económico continuado y sostenible.

Más negocio, más caras las viviendas: en España suben un 149% en solo 7 años

El pasado mes de marzo, la Relatora Raquel Rolnik visitó Barcelona y tuvo ocasión de encontrarse con decenas de familias afectadas por la hipoteca. Tras ese encuentro, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) le hizo entrega del libro de la PAH, Vidas Hipotecadas, que la Relatora cita en su informe. De hecho, Raquel Rolnik, lamentó los pocos datos oficiales disponibles en el estado español respecto a la problemática.

Sus conclusiones acerca de España son especialmente duras. Entre los años 1997 y 2004, los precios medios de la vivienda aumentaron un 149% en España, un 139% en el Reino Unido, un 187% en Irlanda, un 112% en Australia, un 65% en los Estados Unidos y un 227% en Sudáfrica. A medida que iban subiendo los precios y los alquileres de las viviendas, sufragados con los excedentes financieros mundiales en lugar de los locales, fueron más las familias que tenían dificultades para acceder a viviendas adecuadas dentro del mercado.

En EEUU pasó de dar 83.000 millones a la vivienda en 1978 a ni un dólar en 1996

En los Estados Unidos, el presupuesto del Departamento deVivienda y Desarrollo Urbano se redujo de 83.000 millones de dólares en 1978 a 18.000 millones en 1983 y entre 1996 y 2001 no se asignaron fondos para la construcción de viviendas públicas. El acceso a la financiación pasó a ser vital para las familias de bajos ingresos, cuya única opción era recurrir a planes de crédito para adquirir una vivienda, donde y cuando dichas viviendas y créditos estuvieran disponibles y en las condiciones fijadas por los mercados financieros e inmobiliarios.

El aumento de la escala de los préstamos hipotecarios para la personas de bajos ingresos; la concesión de subvenciones a los grupos de bajos ingresos para ayudar a las familias a entrar en los mercados del crédito inmobiliario; y la microfinanciación de la construcción o mejora de las viviendas se hicieron una constante. Había que lograr más mercado. Señala el informe de la ONU.

Hay que seguir defendiendo, dice la ONU, el derecho a una vivienda digna y adecuada

Las políticas de financiación de la vivienda afectan directamente al componente de la asequibilidad del derecho a una vivienda adecuada (artículo 11, párrafo 1, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales). Los Estados también deben vigilar constantemente los efectos de sus políticas en la realización del derecho a una vivienda adecuada y controlar los aumentos desmesurados de los gastos relacionados con la vivienda.

Al diseñar, aplicar y supervisar las políticas de vivienda, los Estados deben asegurarse de que dichas políticas promuevan el acceso a una vivienda que no solo sea asequible, sino también habitable, accesible y con una ubicación adecuada, y garantizar además la disponibilidad de ciertos servicios (como los de salud, educación y bienestar), medios de subsistencia, materiales de construcción, instalaciones e infraestructuras, así como la seguridad de la tenencia. Los Estados han de velar por que las políticas de vivienda no sean discriminatorias ni aumenten las desigualdades existentes.

Los políticos deben proteger siempre a los más débiles en el mercado de la vivienda y no la especulación

Al diseñar las políticas de financiación de la vivienda, los Estados deben prestar particular atención a los derechos de las personas pobres y desfavorecidas, dice la ONU. Las políticas y legislaciones han de formularse de modo que reduzcan las desigualdades y permitan a las personas pobres y marginadas acceder a viviendas asequibles, en vez de beneficiar a los grupos sociales ya aventajados a expensas de los demás.

Sin embargo, gran parte de la economía de los países se ha basado en la construcción

En los Estados Unidos, los países de Europa, Australia y el Japón los mercados de hipotecas para viviendas representan entre el 50% y el 100% del producto interno bruto (PIB). Varios países experimentaron un fuerte crecimiento de la deuda hipotecaria en el último decenio antes de la crisis, incluidos Australia, España, los Estados Unidos, Irlanda y Suecia.

En 2009 el coeficiente entre la deuda hipotecaria y el PIB había superado el 100% en Dinamarca y los Países Bajos. Por ejemplo, el mercado hipotecario chino, creado a comienzos de la década de 1990, ha crecido más del 40% por año desde 2000 y alcanzó el 11% del PIB en menos de diez años, convirtiéndose en el mayor mercado hipotecario de Asia. Del mismo modo, el mercado indio ha crecido a una tasa del 30% por año. En 2010 solo el 5% de la población de Europa Oriental tenía una hipoteca. Es inevitable que la financiación basada en el mercado esté destinada a los sectores más acomodados de la sociedad, que tienen el capital necesario para asumir el préstamo inicial para la vivienda, y generar ganancias para los prestamistas por medio del pago de intereses. los bancos centran sus estrategias de comercialización en los grupos con ingresos más altos y suelen adoptar un enfoque de los préstamos basado en garantías excesivas.

África reveló que menos del 10% de las poblaciones locales estaban en condiciones de recibir financiación hipotecaria. ha excluido a más del 80% de las nuevas familias del mercado de la construcción de viviendas nuevas. Se otorgaron cada vez más créditos a familias que en circunstancias normales no habrían cumplido los requisitos para obtener préstamos, generando lo que se conoce como “préstamos de alto riesgo”.

Los préstamos leoninos han tenido efectos devastadores en la gente, señala el informe

Los préstamos leoninos también han tenido efectos desproporcionados en las personas más vulnerables. Estos préstamos constituyen una forma de discriminación basada en el precio contra los mismos grupos que antes estaban excluidos de los mercados hipotecarios, ya que les ofrecen préstamos más caros de lo que justificaría su perfil de riesgo, seguros de reintegro de créditos hipotecarios excesivamente costosos y cláusulas abusivas o innecesarias, como cuotas de amortización gigantes, cuantiosos recargos por pago anticipado y garantías que no tienen en cuenta la capacidad de reembolso del prestatario

Los pobres, a quienes antes se excluía abiertamente del acceso a préstamos hipotecarios, ahora son víctimas de estos mecanismos de discriminación más sutil. Los préstamos con elevados intereses aumentaron cada vez más el endeudamiento y la inseguridad económica de los hogares, y las familias pobres se vieron obligadas a reducir los gastos en otras necesidades básicas para pagar su deuda relacionada con la vivienda.

Y la vivienda no paró de subir

A escala macroeconómica también se han observado los efectos negativos del crecimiento de los créditos para viviendas en la asequibilidad. El mayor acceso a préstamos hipotecarios se tradujo en una subida de los precios de la vivienda. En España, aumentaron un 105% entre 1995 y 2005 como resultado del abaratamiento de la deuda y el acceso al capital mundial para créditos. De promedio, un aumento del 10% del crédito familiar se asocia con un aumento aproximado del 6% en los precios de la vivienda. La creciente dependencia de los créditos hipotecarios, las instituciones privadas y la influencia de los acontecimientos registrados en general en los mercados mundiales de capital ha expuesto excesivamente los sistemas nacionales de vivienda a la turbulencia de las finanzas mundiales, aumentando los niveles de deuda y concentrando los riesgos en los hogares.

La vivienda en propiedad ya no es un valor seguro, es una ruina

El paradigma que consideraba la propiedad de la vivienda como la forma de tenencia más segura ha resultado ser falso, dado que uno de los principales resultados de las crisis recientes ha sido el aumento de las ejecuciones hipotecarias. En España se han ejecutado más de 350.000 hipotecas desde 2007, y en 2011 tuvieron lugar aproximadamente 212 ejecuciones y 159 desalojos al día. La crisis ha afectado desproporcionadamente a los más pobres y vulnerables.

El paro hunde a los españoles con hipoteca, dice al ONU

Algunas investigaciones recientes indican que la mayor parte (el 70%) de los impagos registrados en España guarda relación con la crisis del empleo y que el 35% de las propiedades ejecutadas pertenecen a migrantes. Las respuestas gubernamentales a la crisis se han centrado en ajustar las políticas que actúan sobre la demanda, restringiendo las condiciones del mercado hipotecario y adoptando reglamentaciones, como en Noruega, Suecia, Israel, el Canadá y los Países Bajos; aboliendo las deducciones impositivas por intereses, como en Polonia, España y China; e incorporando subvenciones para ayudar a los prestatarios y evitar los atrasos en los pagos, como en España y Chile.

La ONU das sus recomendaciones

Los Estados deben promover alternativas a las políticas de vivienda basadas en el crédito privado y la propiedad, entre otras cosas mediante el desarrollo de un sector privado de alquiler. Deberían establecerse las condiciones jurídicas, financieras e impositivas adecuadas para alentar la provisión de viviendas sociales de alquiler y otras formas de tenencia colectiva.

Individual

Los Estados deben promover una combinación de sistemas de tenencia, incluidos un sector inmobiliario público que no se rija por los mercados liberalizados y sistemas de alquiler con rentabilidad limitada o alquileres regulados, para prevenir la exclusión y segregación social. Deben crearse marcos jurídicos e institucionales para garantizar la seguridad de la tenencia en sus distintas formas, incluido el alquiler;

Los Estados deben adoptar medidas urgentes para aumentar la disponibilidad de opciones de vivienda adecuada, en particular para las personas más afectadas por los préstamos hipotecarios de alto riesgo o leoninos. Los Estados deben dar prioridad a la financiación y construcción de viviendas públicas y a la promoción de la asistencia para la vivienda a fin de abordar los efectos de las crisis económicas y financieras en los más vulnerables; Los Estados deben aumentar sus gastos en vivienda a fin de eludir los efectos negativos de las crisis en el sector inmobiliario; Los Estados deben velar por que las medidas de recuperación no sigan socavando los programas y políticas de viviendas sociales. Solo así dice laONU se respetará el derecho a una vivienda digna.

 

Fuente: Te Interesa

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