09 de octubre del 2012
Medio centenar de gitanos fueron desalojados hoy por la policía de un campamento situado en un barrio popular de Marsella, en el sureste de Francia, en aplicación de una decisión de justicia, informó la Prefectura (delegación de Gobierno).
La ciudad mediterránea francesa ha sido en las últimas semanas el escenario de episodios violentos entre los gitanos asentados en campamentos ilegales, la policía y los vecinos.
La operación, que acabó con el desalojo de 30 adultos y 15 menores, tuvo lugar después de que lo ordenara un tribunal, al que había recurrido la Alcaldía de la ciudad.
Las asociaciones protectoras de los gitanos se pronunciaron en contra de esta operación por considerar que alienta el odio hacia los gitanos.
La máxima expresión de este odio, señalan, se vivió el 28 de septiembre, cuando los vecinos de un barrio marsellés atacaron un poblado gitano y obligaron a huir a sus habitantes y les quemaron sus pertenencias.
Aquel hecho provocó un enfrentamiento verbal entre el alcalde, el conservador Jean-Claude Gaudin, y la concejala del distrito, la socialista Samia Ghali, que aseguró que comprendía la actitud de los vecinos.
El ministro del Interior, Manuel Valls, pidió que no se instrumentalizara el incidente para obtener réditos políticos del mismo.
Además, el pasado viernes el Consejo Constitucional francés mantuvo el conocido como «carné de circulación», obligatorio para toda persona que tenga fijada su residencia permanente en un vehículo, una forma de censar a los gitanos.
Fuente: La Verdad
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