23 de agosto del 2012
La Comisión Europea (CE) destinará 470.000 euros a proyectos de «villas de integración» en Lille y Lyon para dar alojamiento y ayudar a la reinserción de gitanos búlgaros y rumanos en Francia, ha informado hoy el portavoz comunitario Olivier Bailly.
La Comisión Europea (CE) destinará 470.000 euros a proyectos de «villas de integración» en Lille y Lyon para dar alojamiento y ayudar a la reinserción de gitanos búlgaros y rumanos en Francia, ha informado hoy el portavoz comunitario Olivier Bailly.
La mayoría de los beneficiarios serán gitanos expulsados de los campamentos desmantelados por el Gobierno galo este verano, una directriz de París sobre la que la CE pidió información el 10 de agosto para asegurarse de que tanto el levantamiento de campamentos como las expulsiones incentivadas se hacen de acuerdo con el derecho europeo.
Bruselas ha valorado hoy como «un gran paso adelante» el anuncio del Gobierno francés este miércoles sobre la construcción de dos «villas para la integración» en Lille y Lyon para dar alojamiento alternativo a los gitanos que tuvieron que abandonar los campos.
Sin embargo, Bruselas pide que se levanten las restricciones al mercado de trabajo de los gitanos «lo antes posible» y recordó que en 2013 finalizará el período para liberalizar del todo la entrada de trabajadores rumanos y búlgaros.
El Gobierno francés decidió suavizar ayer su presión sobre el colectivo gitano con la modificación de las medidas transitorias que limitan el acceso al mercado laboral a rumanos y búlgaros.
Para ello, ha ampliado ahora la lista de los 150 empleos a los que actualmente tienen acceso y ha suprimido la tasa de 700 euros que la empresa debe pagar a la Oficina de Inmigración e Integración cuando contrata a una de esas personas.
Sin embargo, ni se levantan todas las restricciones para trabajadores, de momento, ni tampoco se renuncia a las expulsiones y al desmantelamiento de campamentos, dos de las medidas más polémicas en Francia.
El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, anunció ayer las nuevas medidas tras un encuentro con el colectivo Romeurope, impulsado con el objetivo de buscar «soluciones alternativas» a la precaria situación de los cerca de 15.000 gitanos que viven en el país galo.
París enmendó el año pasado su legislación sobre el retorno forzoso de ciudadanos comunitarios, después de que en 2010 la CE amonestase al Gobierno galo por la expulsión de gitanos de su territorio sin atenerse a la legislación europea.
Para expulsar a un ciudadano comunitario de otro país de la UE, como es el caso de los rumanos, es necesario que existan ciertas condiciones, como que el procedimiento no sea hacia un colectivo, sino «caso por caso», y que se demuestre que la persona no tiene recursos para mantenerse en el país.
Fuente: La Información
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