En Argentina, la lluvia y el granizo no dan tregua

18 de agosto del 2012

En Alta Gracia, Córdoba, se acumuló más de medio metro de hielo; llueve sin parar en la ciudad y hay mil evacuados en la provincia

Las pésimas condiciones climáticas empañaron ayer casi todo el mapa argentino. Mientras la lluvia cayó sin tregua en esta ciudad, ya eran 1174 los bonaerenses que debieron ser evacuados debido a la tormenta que afecta desde hace días a la provincia de Buenos Aires. En Córdoba, Alta Gracia amaneció ayer con una imagen inusual: un temporal de granizo dejó más de medio metro de hielo en las calles de esa ciudad.

El mal tiempo afecta a la Capital, al norte, centro y sudeste de Buenos Aires, centro y este del Chaco, nordeste de Córdoba, centro y sur de Corrientes, a Entre Ríos, La Pampa, Santa Fe, La Rioja y Santiago del Estero, donde rige un alerta del Servicio Meteorológico Nacional por tormentas que «podrían ser localmente fuertes». No se descarta «fuerte actividad eléctrica, caída de granizo y ráfagas de viento».

Habrá que esperar hasta esta tarde para ver cambios en las condiciones del tiempo, cuando se espera que el viento del Sudoeste traiga un descenso de temperatura. La mínima de hoy será de 13° y la máxima, de 17°.

Los vecinos de la ciudad de Alta Gracia, 30 km al sur de la capital cordobesa, se vieron conmocionados ayer a la madrugada por un aluvión de granizo y agua que provocó anegamientos, numerosos daños materiales y una decena de evacuados, cuyas viviendas resultaron afectadas. No se registraron víctimas.

La masa de hielo, que en algunos sectores alcanzó medio metro de alto, se acumuló en las calles, atascó automóviles y bloqueó las puertas de viviendas, mientras la lluvia provocaba inundaciones.

Calles anegadas en Pilar, una de las localidades más afectadas. Foto: Gentileza diario Regional de Pilar

El agua caída superó los 80 milímetros. La intensa pedrea se prolongó durante unos 20 minutos, en medio del temor de los vecinos por el estruendo que provocaba al impactar contra las viviendas, y ocasionó rotura de vidrios de ventanas, techos plásticos y carteles de publicidad.

Los bomberos y agentes de defensa civil debieron multiplicar sus esfuerzos para brindar asistencia a familias afectadas y restablecer los servicios públicos. Fue necesaria la utilización de máquinas retroexcavadoras para despejar el hielo concentrado en las calles, ante la mirada atónita de los vecinos que nunca antes habían asistido a un espectáculo de esta naturaleza.

«Por la cantidad de agua caída, la calle era un río», dijo el jefe de Bomberos, Gabriel Salcedo.

En las sierras cordobesas las lluvias fueron un alivio para los pobladores que padecen una prolongada sequía.

En territorio bonaerense, el temporal de lluvia que se registra desde mediados de semana ya había dejado, al cierre de esta edición, 1174 evacuados. Vale aclarar que esta cifra no tiene en cuenta los habitantes que se resguardaron por sus propios medios. Con excepción de Chascomús, los distritos más afectados por las inundaciones se encuentran al norte y oeste de la provincia.

Según se informó desde el Consejo Provincial de Emergencia (CPE), que continuará trabajando durante la madrugada de hoy, momento en el que se esperaban más fuertes precipitaciones, en lo que va de agosto llovió casi dos veces más del promedio mensual.

«En la primera quincena cayeron 166,7 milímetros de agua cuando la media del mes es de 69,8 mm», indicó a LA NACION el funcionario Luciano Timerman, a cargo del operativo.

«Las lluvias persisten porque continúa afectando a la zona este del país un anticiclón importante ubicado sobre el océano Atlántico -explicó ayer la difusora de turno del SMN-. Prevalece una masa de aire muy húmeda e inestable que genera áreas de lluvias y tormentas.» Durante los primeros 17 días de agosto, los porteños soportaron 169 milímetros de lluvias.

En el populoso municipio de La Matanza fueron evacuadas 670 personas, pero las fuentes del gobierno local consultadas estimaban que el panorama podría empeorar con el correr de las horas si el agua no dejaba de caer y la cuenca Matanza-Riachuelo desbordaba.

En Moreno, unas 300 personas que habitan un asentamiento en el barrio Los Hornos tuvieron que ser evacuadas a centros asistenciales locales debido al anegamiento de calles y viviendas. En Pilar fueron asistidos 150 vecinos y otros 55 en Luján debido a la crecida del río.

Algunos distritos ya registraron evacuados por las lluvias caídas desde el miércoles pasado, cuando la tormenta comenzó a azotar el territorio bonaerense. Alrededor de 200 habitantes de Arrecifes -el 70 % de ellos niños- fueron trasladados a iglesias, dependencias municipales y otros centros de contención.

Chascomús es otro de los municipios que llevan varios días «pasados por agua», como dicen los lugareños. Unas 78 personas, la mayoría habitantes de los barrios San Cayetano, Porteño y Algarrobo, permanecían ayer alojadas en organismos municipales. Las ciudades de Azul, Olavarría y San Pedro se mantenían también en estado de alerta.

EN CIFRAS

  • 1174
    Evacuados bonaerenses
    Excepto Chascomús, las localidades más afectadas son las que se encuentran al norte y al oeste de la provincia de Buenos Aires

 

Fuente: La Nación

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