05 de julio del 2012
La Fiscalía dice que el predio no es indígena
La Policía ha puesto en marcha ayer un operativo para expulsar a los ocupantes de la Estancia Riarte (Trancas) que dicen pertenecer a la comunidad indígena Indio Colalao. Esta medida fue dispuesta el 3 de julio por el juez Francisco Pisa, que ordenó la inmediata restitución provisoria de la propiedad (de una extensión aproximada de 19.700 hectáreas) al ciudadano Fredy Moreno Núñez Vela.
El titular del Juzgado de Instrucción en lo Penal de la III Nominación de la capital autorizó a ejecutar la orden mencionada -incluso con el auxilio de la fuerza pública- aGuillermo Herrera, fiscal de Instrucción de la X Nominación de esta capital. Herrera había pedido la restitución del inmueble por considerar que los denunciantes de la usurpación, Moreno Núñez Vela y Jorge Posse, son sus titulares dominiales. También había manifestado que el primero tiene la posesión legítima, pública, pacífica y notoria de la estancia y que, sin embargo, había sido despojado de ella en forma violenta el día 17 de junio pasado por el grupo que encabezaba un hombre identificado como Benito Toledo. El fiscal también había expresado que no fue acreditado que la propiedad haya pertenecido a Indio Colalao en calidad de territorio originario.
«Nunca hubo una comunidad indígena en el campo», ha dicho Posse a LA GACETA. Y añadió: «nuestra finca tiene los papeles en orden, y es poseída desde hace 100 años en forma pacífica y pública. Los usurpadores son delincuentes comunes que actúan amparados en una ley (la 26.160) dotada de un propósito noble: defender al pueblo realmente indígena». Cinthia Ovejero, vocera del grupo que había entrado al campo reivindicándolo como propiedad de los índigenas, manifestó que 250 policías intervinieron en el desalojo. Según su relato, los agentes hicieron disparos y golpearon a la gente que estaba en la tierra disputada, aunque no trascendió si hubo heridos o detenidos.
Por la tarde de ayer, dirigentes de Indio Colalao aseguraron que permitieron el ingreso de policías al predio para evitar que el operativo terminase en hechos de violencia. Funcionarios del Ministerio de Seguridad (que prefirieron no ser identificados) negaron por su parte el escenario de represión que describió Overo.
Fuente: La Gaceta
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