El derecho a la vivienda, uno de los pilares de las reivindicaciones (España)

14 de mayo del 2012

Concentración en Logroño de la Plataforma de Afectados. Foto: Ó. S.

Todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna, reconoce la Declaración Universal de Derechos Humanos. A Irene Martínez le parecía un despropósito que, de pronto, «los bancos se estuvieran llevando las casas de las personas, la vivienda ha sido objeto de especulación cuando es un derecho social» y tras el primer desahucio que se paralizó en Madrid, el de Tatiana, formó la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en La Rioja. Ahora es una de las cinco que conforman la coordinadora, donde se agrupan las 60 que hay repartidas en España.

Un año después, ¿qué se ha conseguido? «A la gente». La respuesta es contundente, y Martínez tiene claro que ahora hay más gente convencida y concienciada, «de no haber nada, a que se recojan 2.000 firmas en una semana, que la gente sabe qué es la dación en pago, saben que es una injusticia; porque cuando la gente lo sabe, el pueblo se une».

Llaman ‘padres’ a los miembros del 15M, y en menos de un año han logrado dar forma a un movimiento que ha pasado de atender 3 casos cada quince días a 15 por semana. Entre sus éxitos se cuentan un desahucio frenado, una decena de daciones en pago de las viviendas y más de diez moratorias hipotecarias, aunque eso es «pan para hoy y hambre para mañana».

Son conscientes de que «hay mucha gente que tiene que seguir despertando» y con cada respuesta van encontrando más preguntas: «¿Por qué se rescata a los bancos y no a las personas?, ¿por qué seguimos danzando mientras el barco se hunde?, ¿por qué hay 17.000 pisos vacíos en La Rioja y se sigue construyendo vivienda nueva?».

Pero los objetivos los tienen cada vez más marcados y son cada vez más conocidos: dación en pago con carácter retroactivo, paralización de los deshaucios y alquiler social. Entre sus propuestas actuales está la Iniciativa Legislativa Popular para conseguir lo anterior, y una apuesta por la cooperación público-privada para fomentar alquileres sociales y sufragar hipotecas.

Claudio Caputo, miembro de la PAH, se queda pensativo antes de responder que es «muy difícil que los movimientos sociales en su conjunto asuman el poder que tienen». Para ello, aclara, primero tienen que cambiar las leyes, «y para eso, tiene que cambiar el sistema». «Esto va a explotar», advierten ambos.

 

Fuente: El Correo

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