La Pintana, Puente Alto y Peñalolén: primera jornada de la relatora en Chile

27 de Abril

En Peñalolén, la Relatora Especial de la ONU, Raquel Rolnik, conoció de primera fuente, la experiencia de autogestión desarrollada por el Movimiento de Pobladores en Lucha (MPL).

En la sede de la organización, la relatora conversó con pobladores y dirigentes, sobre su historia desde la toma de Peñalolén, el funcionamiento de la “concejalía popular” liderada por Lautaro Guanca, hasta el nacimiento de la primera EGIS comunitaria de Chile.

Luego se visitó el proyecto MPL-2, conjunto de departamentos para 120 familias de la comuna, gestionado por la egis del movimiento EAGIS, y ejecutada por la constructora del movimiento “Eme Pe Ele”.

EAGIS y MPL CONTRUCTORA, nacen formalmente en Julio del año2008, y hasta la fecha ya se han elaborado cuatro proyectos de vivienda social, siendo actualmente una plataforma de trabajo sostenido, legitimado y sustentable, para los pobladores de la comuna.

El objetivo general de la EAGIS MPL es auto-Gestionar proyectos habitacionales que permitan la construcción de viviendas  sociales, a través de espacios de formación y organización popular, basados en la solidaridad, la ayuda mutua y el cooperativismo entre pobladores.

Los objetivos de  CONSTRUCTURA MPL son construir proyectos habitacionales y mejorar viviendas sociales con altos estándares de calidad, basados en la participación de los pobladores, que permita un barrio integrado y un desarrollo productivo y laboral a nivel comunitario.

MPL 1 fue el primer proyecto autogestionado por el movimiento, que obtuvo una inversión de $453.117.000 de parte del SERVIU para su construcción. Actualmente, se encuentran en ejecución los proyectos MPL 1 y MPL 2, y en fase calificación, los proyectos MPL 3, 4 y 6.

Recorrido por La Pintana y Puente Alto

Si hace treinta años atrás el problema de la vivienda al que respondían las políticas de vivienda social era de las familias “sin techo”, hoy uno de los principales problemas de la vivienda es el de las familias “con techo”. Las viviendas para los sectores pobres, producto de las políticas de financiamiento habitacional vigentes durante las últimas décadas, son deficientes.

Se trata de casas o departamentos terminados, pequeños, que no se adaptan a las necesidades cambiantes de las familias. Los residentes se ven obligados a modificarlos y ampliarlos fuera de toda norma legal o de seguridad. Los residentes –que son muchos, casi un millón de personas en Santiago– están insatisfechos y quieren irse, y no tienen otra opción que quedarse.

Se trata también de grandes extensiones urbanas con una concentración homogénea de pobreza y de violencia. El acceso a la vivienda propia en una lógica mercantil no corresponde al enfoque de los derechos humanos; no corresponde tampoco a los procesos sociales de la producción de un hábitat digno y sostenible.

Fuente: MNRJ

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