24 de abril del 2012
Unas trescientas personas fueron intimadas a desalojar voluntariamente en un plazo de 48 horas las tierras que ocuparon hace 10 días en Palmira. Muchos están aceptando mantener un diálogo con la Municipalidad, que les ofrece organizarlos y estudiar la entrega de lotes fiscales. En cambio un sector reducido se mostró intransigente y aseguran que deberán sacarlos por la fuerza.
Ya son tres las denuncias por usurpación que fueron radicadas en la Oficina Fiscal de Palmira. La primera fue la de la Unión Vecinal José Hernández, que cuenta con cerca de 300 familias que están inscriptas en planes de vivienda del IPV y que están pagando los lotes que fueron ocupados. La segunda denuncia es de la sucesión Castro, familia que es titular de parte de esas tierras y vendedora de los lotes a la Unión Vecinal. La tercer denuncia fue radicada por una fundación conformada por seguidores del líder espiritual indú Sai Baba, que tiene allí un predio destinado para la construcción de una escuela y de una granja educativa.
En Palmira se han presentado durante estos días el ministro de Seguridad, Carlos Aranda, el subsecretario de Relaciones con la Comunidad, Alejandro Gil, un cuerpo de mediadores de este ministerio y el titular del Instituto Provincial de la Vivienda, Omar Parisi. Entre tanto el secretario de Gobierno de la Municipalidad de San Martín, Oscar González, ha encabezado las negociaciones con los ocupantes e intentado ofrecer alternativas de solución para evitar que se produzca un desalojo violento.
«Ya se han repartido las notificaciones para que cese el delito de usurpación y desocupen esas tierras y en las próximas horas se espera que se libre la orden de desalojo», informó este lunes el comisario Fernando Ramos, jefe de la Comisaría 28.
En tanto una fuente de la Municipalidad indicó que «la gran mayoría son familias de Palmira que han aceptado dialogar y están interesadas en organizarse para obtener lotes e ingresar a un programa habitacional. Pero hay un sector de unas 15 personas que tienen una postura radicalizada y que se niegan a dialogar. Entre ellas hay gente que no es de la zona y que no representa el sentir ni la necesidad de la mayoría».
Las bajas temperaturas de las últimas noches, sumado a la intención de encontrar una salida menos dramática a sus necesidades, hizo que algunas familias abandonaran las carpas que habían montado.
El sábado se instaló sobre la ruta un puesto fijo de la Policía y varios móviles patrullan la zona. Según se informó desde la jefatura la intención es prevenir que se produzcan incidentes entre los ocupantes y además evitar que algunos de los dueños legítimos de las tierras intenten realizar alguna acción personal para tratar de recuperar su predio.
«Nos preocupa la desocupación, pero también qué ocurrirá después. Los propietarios tendrán que adoptar todas las medidas necesarias para que no vuelva a producirse una situación como esta», dijo ayer el comisario Ramos.
Desde la comuna se estimaba que eran unas 300 las personas que ocupaban esas tierras y que estas conforman cerca de 100 familias, la mayoría provenientes de barrios periféricos de Palmira.
La ocupación masiva comenzó a producirse el pasado jueves 12, aunque algunas familias ya se habían ubicado en ese sector un tiempo antes.
Los terrenos están ubicados sobre el lateral sur de la ruta de circunvalación de la ciudad de Palmira, entre los carriles San Pedro y Chimbas. La mayor parte de ese descampado le pertenece a la Unión Vecinal José Hernández, que ya ha construido una primera etapa del barrio a través del IPV y que ahora está ejecutando el primer tramo de la segunda fase.
A pocos metros de allí se están preparando los lotes del Parque de Servicios e Industrias Palmira (PASIP), un emprendimiento que ha elevado significativamente la cotización inmobiliaria en esa zona.
Fuente: Diario Uno
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