10 de abril del 2012
Una destacada activista china del derecho a la vivienda, encarcelada hoy por cargos falsos, debe ser puesta en libertad de inmediato, ha afirmado Amnistía Internacional.
Ni Yulan, que está discapacitada, fue condenada a dos años y ocho meses de cárcel por “buscar pelea y provocar problemas” y “fraude”. Su esposo, Dong Jiqin, deberá cumplir una condena de dos años por “buscar pelea y provocar problemas”.
Ni Yulan, abogada que ha hecho campaña contra los desalojos forzosos y otras violaciones del derecho a la vivienda en China, está detenida desde hace un año.
La abogada lleva 10 años en silla de ruedas tras haber sido golpeada por la policía mientras estaba detenida en 2002.
“Estas condenas son totalmente inaceptables y se han impuesto únicamente porque Ni Yulan ha hecho campaña durante los últimos 10 años, con gran riesgo para ella, para proteger los derechos humanos en China”, ha afirmado Catherine Baber, directora adjunta del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional.
“Las autoridades deben poner en libertad, de manera inmediata y sin condiciones, a Ni Yulan y a su esposo, Dong Jiqin.”
La policía detuvo a Ni Yulan y Dong Jiqin el 7 de abril de 2011. Antes de su juicio, las autoridades sólo les permitieron reunirse con sus abogados en dos o tres ocasiones.
El juicio de la pareja tuvo lugar el 29 de diciembre de 2011 en el Tribunal Popular del Distrito de Xicheng, en Pekín, y no se ajustó a las normas internacionales relativas a garantías procesales.
Pese a que era un juicio “público”, el tribunal no permitió la entrada en la sala de observadores, entre ellos los abogados Bao Longjun y Wang Yu.
La policía se llevó a Bao Longjun. También impidió que otras personas se acercaran siquiera a la sede del tribunal, entre ellas el hermano menor de Dong Jiqin.
El abogado de Ni Yulan, Cheng Hai, propuso 11 testigos para que prestaran declaración durante el juicio, pero el tribunal sólo aceptó a uno, Dong Xuan, hija de Ni Yulan.
“Los cargos contra Ni Yulan y Dong Jiqin estaban totalmente injustificados y su juicio adoleció de falta de garantías. La continuidad de la persecución de esta pareja por sus esfuerzos para ayudar a otras personas a reclamar sus derechos legales plantea interrogantes acerca de si China se toma en serio la perspectiva de ser un país regido por el Estado de derecho, como sus dirigentes han sugerido, o un país donde reinen el miedo y la intimidación”, ha afirmado Catherine Baber.
Ni Yulan, de 52 años, sufre problemas de salud crónicos, en parte como consecuencia de la tortura que sufrió con anterioridad a manos de las autoridades. Su salud se ha deteriorado durante el año que lleva detenida.
Durante el juicio, pasó gran parte del tiempo postrada en una cama de hospital y necesitaba una máscara de oxígeno para respirar.
En los últimos 10 años, las autoridades han sometido reiteradamente a Ni Yulan a hostigamiento, detención y tortura.
En 2002, las autoridades revocaron la licencia de Ni Yulan para el ejercicio de la abogacía en represalia por su trabajo de derechos humanos.
Ni Yulan ha estado encarcelada en otras tres ocasiones. Cuando la detuvieron en 2002, sufrió fracturas de rótulas y en los pies. Las lesiones fueron tan graves que permanece en una silla de ruedas.
Fuente: Amnistía Internacional
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